Crecí en Salamanca, entre libros y películas. Siempre me han apasionado las buenas historias, y desde pequeño me perdía en mis mundos imaginarios, creando las mías.
Pronto tuve claro que quería ser parte de esas historias, y empecé a ir a clases de teatro, a las que se fueron sumando otras de canto, piano, cámara… así como distintos deportes. Ahora resido en Madrid, y estudio cuarto de interpretación textual en la RESAD.
Me considero una persona creativa, comprometida y con gran sensibilidad por lo social. Considero que el teatro, el cine, y el arte en general, son herramientas muy poderosas para dar voz y mostrar distintas realidades.